miércoles, 8 de enero de 2025

 PENSAR, SENTIR Y AMAR


Pensar es algo mucho más amplio que “aplicar” la lógica. Por ultimo, la lógica, sea formal o dialéctica está presente en todo lo existente, es ella misma una característica de todo lo existente que tiene en si mismo un órden que no es “puesto” desde afuera sino que se ha construido a lo largo de miles de millones de años. Nosotros somos parte de ese orden, desentrañamos ese orden, esas leyes del automovimiento y del cambio de las cosas mismas (y por ende de nosotros mismos). Descubrimos ese órden, esas leyes de cómo es y cómo se mueve el mundo. Y DESCUBRIMOS QUE PENSAR ES INSEPARABLE DE SENTIR Y DE AMAR.

martes, 13 de octubre de 2015

EL AMOR DE PAREJA Experiencias vivenciales


 

LA VOLUNTAD DE CRECER COMO PAREJA

 

Estamos convocando a un taller vivencial para parejas que buscan nuevos objetivos en su relación y en el desarrollo personal de cada uno de sus integrantes. Partimos de la hipótesis de que cada quiere un espacio como este porque hay un deseo de ayudarse mutuamente para prevenir o solucionar dificultades de pareja, motivados por el amor y la búsqueda de  comprensión mutua. Incluso de la posible idea de que la pareja no da para más y se ha planteado la separación en las mejores condiciones y con menos daños morales y familiares. No partimos de la hipótesis de los participantes quieran sabotear su relación, ni alejar las soluciones amables de mutuo beneficio personal y familiar.

 

En el taller facilitaremos espacios en los que la pareja se escuche mutuamente, sin interrupciones ni cuestionamientos sistemáticos. Espacios en los que cada uno de los integrantes de la pareja demuestre fehacientemente, y en la práctica real, que es capaz de escuchar a quien eligió como compañía para su vida, como una persona con la cual quiere construir un espacio mutuamente nutricio en el seno del cual construir un destino.

 

Sergio Barrio Tarnawiecki

martes, 13 de mayo de 2014

TO BE SOMEBODY

We need the illusion of a Self in order to be Somebody.

We are aware of our incompleteness, our vulnerability, our suffering and inevitable cessation of being, death. wherefrom comes compassion.


Sergio

lunes, 22 de agosto de 2011

CURSO DE DESARROLLO PERSONAL...

Voy a iniciar un curso de crecimiento y desarrololo personal, dirigido a todas las personas interesadas en la construcción de sentidos y en el bienestar personal, de su familial y de su colectividad. El curso se apoyará en principios básicos como el de la búsqueda de la plenitud de consciencia, la sabuiduría perceptual, la capacidad para escuchar al otro y para ser una presencia amorosa para los demás, y la búsqueda de la trascendencia...

jueves, 12 de noviembre de 2009

LO REAL

Si para Lacan lo real es “lo que no puede ser conocido”, “lo que no puede ser nombrado”, “lo que no puede ser percibido”, ni directa, ni indirectamente, “lo que no se puede entender”, entonces no entiendo de qué estamos hablando. ¿Qué es? Si la respuesta es que no se sabe qué es, por definición, diría que estamos frente a una tautología. ¿Se relaciona con algo? ¿Tiene que ver con algo? Si la respuesta es negativa, entonces, cabe preguntarse: ¿existe? No hay nada que no tenga que ver con algo. Si no existe, el concepto mismo sería un absurdo y no tendría ninguna importancia. Pero si al nombrar lo real estamos nombrando “algo”, lo real se relaciona con alguna otra “cosa”, con algún “otro”, otro “algo”, en cualquier plano que se quiera, por lo que sufre alguna influencia, atraviesa algún cambio y sigue algún proceso ligado a lo “otro”, por lo que es susceptible de ser conocido.
Como dice Hegel en su “Introducción a la Ciencia de la Lógica”:
“La ´cosa en sí´ es una abstracción de toda determinación, de toda relación con Otro, una abstracción vacía. Toda ´cosa´ es, siempre, a la vez, un ´en sí´ y una relación con otro, para otro. Si uno se pregunta qué son las cosas en sí mismas, la pregunta, impensada, está planteada de tal forma que no tiene ninguna respuesta posible.”
Que nunca podamos conocer totalmente lo real no constituye un problema lógico, ni conceptual, ni existencial. Tal vez desde mucho antes de los griegos sabemos que todo está en constante cambio, es infinito, es y deja de ser, y es infinitamente complejo, por lo que nunca podemos conocerlo de manera perfecta y completa. Pero como nada de lo real está aislado como “cosa en sí”, siempre hay una relación entre nosotros y lo real, y establecemos, lo queramos o no, una relación, por lo que todo lo real es susceptible de ser conocido. No sólo nos relacionamos con lo real de una manera intencional para conocerlo, sino por el mero hecho de que somos parte de lo real estamos relacionados con lo real. Nuestro pensamiento es real en sí mismo, lo que no quiere decir que su contenido sea verdadero o no. Es tan real como el aire que respiro. Como mi pensamiento no existe en otro universo (o multiverso) sino en éste, está en unidad con lo real, es real, en sí mismo. No puedo decir entonces que exista nada que no puedo conocer, admitiendo que siempre será un conocimiento imperfecto. Tan “imperfecto” como la realidad misma que nunca deja de cambiar.
Sergio

viernes, 9 de octubre de 2009

MANDAMIENTOS DEL MAESTRO

Amarás a todos los niños y a todas las niñas.
Reconocerás el espíritu del niño y de la niña con sólo ver sus ojos.
Los mirarás a todos con ternura.
Orientarás a los niños y a las niñas con tu ejemplo, más que con tus palabras.
No los abandonarás ni ignorarás jamás.
Los identificarás siempre por su nombre
Aceptarás que los niños y las niñas se molesten contigo
Protegerás a los niños y a las niñas de toda violencia, vergüenza o humillación
Impedirás todo abuso contra los niños y las niñas
Apoyarás su autocontención sana y natural del niño y no recurrirás al castigo.
Evaluarás al niño y a la niña sin calificar su persona
Hablarás siempre al niño y a la niña con suavidad.
Elogiarás al niño y a la niña por lo que es, no por lo que tú quieres que sea
No pegarás jamás a un niño ni a una niña
No dejarás nunca solo ni a un niño, ni a una niña
Pondrás tu poder al servicio del niño y la niña
Sólo tocarás con amor maternal o paternal al niño y a la niña
Celebrarás los cumpleaños y virtudes de todos los niños y las niñas
Y guardarás todos los secretos que te cuenten los niños y las niñas

sábado, 3 de octubre de 2009

CÓMO HABLAR DE SEXO CON TUS HIJOS

Siempre sentimos una cierta incomodidad y dificultad para hablar de sexo con nuestros hijos o hijas, y lo comprendo. Y ellos también tienen muchas resistencias para hacerlo con nosotros, lo que también entiendo. En realidad, no soy muy partidario de sentirnos obligados a hablar de temas sexuales con los hijos o de inducirles a que lo hagan, a pesar de que eso se recomienda por todas partes. Creo que para los hijos hay un tema de pudor que creo debe ser respetado. No hacerles sentir que “tienen” que hablar de sexo con nosotros. ¡La sexualidad es algo tan íntimo! Y, para los hijos o hijas, hablar de sexo con los padres implica asumir que papá y mamá tienen relaciones sexuales, ¡lo que es muy difícil de pensar y menos sentir!

Sobretodo, creo que es muy errado querer “dar información” sobre sexualidad a los hijos o hijas. Cuando queremos darles esa “información” lo más probable es que ellos ya la tengan y podemos avergonzarlos innecesariamente. Si piden información, es muy diferente. Pero ya veremos cómo creo que debemos hacerlo.

Para comenzar, creo que debes enfatizar los recursos de que dispones como papá o mamá para saber escuchar a tus hijos e hijas, para no ser reactivo, para ver más allá de lo inmediato, para esperar, antes de hablar de ningún tema, menos de sexo con ellos o ellas. Hay que aprender a comunicarnos bien, para dejarnos tocar emocional y espiritualmente por los hijos e hijas en todos los terrenos, y en especial en el tema sexual ya que hijos o hijas, si bien sienten el sexo como expectativa, también es para ellos y ellas un misterio, incluso una amenaza.

Y tenemos que aprender a ser confidentes y cómplices sanos de su proceso, cuidando de no herirlos con nuestras propias confusiones, temores y heridas en nuestra sexualidad. Ninguno de nosotros ha atravesado la maravillosa etapa que ellos atraviesan ahora en su adolescencia sin dolor, sin miedo, sin sentimientos de inadecuación, sin timideces, sin confusión, sin heridas, muchas veces vergonzosas o humillantes. Y no olvidemos de los verdaderos traumas que muchos podemos haber sufrido, o de las historias dolorosas que pueden existir en la historia familiar más amplia relacionados a la conducta sexual. Aceptemos, pues, que el tema sexual tiene sus razones para haberse convertido en “tabú” y que hay algo bueno en eso. ¡No rompamos el “tabú” sin estar seguros de no causar una herida más grave aún que la nuestra!

No nos toca de ninguna manera inducir a nuestros hijos o hijas a una conducta sexual, menos si prematura. Si hablamos “con soltura” del sexo estamos corriendo el riesgo de banalizarlo, de hacerlo “light” y por lo mismo desnaturalizarlo. Eso es algo sumamente delicado. Mayormente debemos ayudarlos a contenerse, a postergar, a esperar, y, sobretodo, a no separar ni divorciar jamás el sexo del amor, de los sentimientos, de la espiritualidad (lo que no implica religiosidad!). Más importante que decirles nada, ni informarles nada acerca de la vida sexual es saber escucharlos, saber acompañarlos en su proceso natural, sin críticas, sin exigencias, sin reservas, sin el deseo de controlarlos como nosotros pensamos.

Cuando estén listos para una vida sexual, ya teniendo una edad adecuada, ellos no necesitarán ningún aliciente de nuestra parte, ni nuestro permiso, ni siquiera nuestro comentario, menos aprobación, ni tampoco necesitarán nuestros frenos. Podemos confiar también en el hecho de que nuestros hijos e hijas no son simplemente “víctimas” de unas hormonas exigentes, sino también seres capaces de contenerse, postergar y esperar de manera natural.

Quisiera ofrecerte algunas ideas acerca de lo que puede guiarnos en la escucha amorosa, honesta, profunda que ellos requieren. Son ideas desarrolladas en muchas conversaciones con padres, profesores, terapeutas y son resultados de muchos experimentos de escucha profunda en la forma de ejercicios simulados (role playing) y reales.

Te ofrezco estas diez sugerencias como sugerencias o guías para la comunicación con tus hijos, no cómo recetas:

1. Antes que nada, no los critiques. No pretendas conocer más que él o ella lo que le conviene o lo que debe hacer, ni presionarlos con la autoridad de padre o madre o de persona mayor.
2. Abre espacios para la comunicación, no sesgues la conversación ni la guíes por algún camino por ti preconcebido, aún cuando reconozco que inevitablemente influimos sobre ellos.
3. Reconoce lo que tus hijos sienten, y expresa ese reconocimiento de manera explícita, haciendo contacto con lo que percibes, ves, intuyes, mediante afirmaciones que hagan contacto con su experiencia, como: “sientes cierto malestar eh?”, “pareces muy preocupada”, “estas triste, no?”, “inquieta?”, “a veces es difícil hablar, verdad?”, etc., pero sin imponer una idea u opinión prematura.
4. Haz un seguimiento de lo que ocurre sin forzar nada, diciendo frases como: “me doy cuenta que eso es importante para ti, ¿verdad?”, “te duele mucho eso… ¿eh?”, “veo que te preocupas bastante por tal cosa…”
5. Ayúdalos para que puedan aclarar sus sentimientos, sin sesgarlos, con preguntas como: “¿cómo te sientes de eso?”, “¿es difícil para tí?”… “¿cómo estás?”…, “¿Es muy intenso lo que sientes?”
6. Ayúdalos a identificar si es que hay algún evento anterior o espacio particular que acentúa sus dificultades, preguntando (“¿te ha pasado antes?”, “¿pasó en tu casa”… “¿colegio?”, sin ofrecer ningún comentario que nos sea pedido por ellos o ellas.
7. Acompáñalos para que les sea más fácil identificar los apoyos con que cuentan: “¿has podido hablar con tu mamá (papá)?, ¿amigas(os)?, ¿enamorado(a)... sobre eso?”… “¿te sientes apoyada(o)?”
8. Reconoce y refuerza sus recursos para abordar su dificultad diciéndole frases como: “¿qué quieres hacer?” o “¿qué has pensado hacer?” o “¿qué necesitas para enfrentar esta situación?”
9. Averigua qué apoyos necesita, preguntándole “en qué te puedo ayudar?”
10. Ofrece tu ayuda, tus consejos sólo si te los pide, y sólo después de haber escuchado cuidadosamente lo que les ocurre. No te dejes llevar por lo que tú crees debe hacer. Observa si has llegado a agotar los pasos anteriores. Sobretodo no le digas qué crees tú que debe ser su conducta sexual, ni dejes de estar dispuesto a escucharlos si no has agotado todos los recursos para que ella o él encuentre por sus propios medios sus salidas, y reconoce sus recursos. Cuando te pida una opinión, un consejo, no dejes de decirle claramente que ese sería tu camino pero no necesariamente el de ella o él.

¡Espero estas líneas te sean valiosas!

SERGIO BARRIO TARNAWIECKI
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